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miércoles, 11 de octubre de 2017

Rumbo a las Jornadas (III)

Los próximos días 16 y 17 de octubre, como sabéis, tendrán lugar en el Colegio de Médicos de Madrid las primeras Jornadas "Claves de Evaluación e Intervención en Neurociencia Clínica".

Durante los próximos días iremos actualizando el blog con un resumen del contenido de las 4 mesas.

No olvidéis seguirnos en twitter a través de @GincCam y durante las Jornadas: #clavesneurocienciaclinica

MESA 3 -- MARTES 17 DE OCTUBRE (16 a 18h)
Rosa Molina, Norberto Malpica y Helena Melero
EVALUACIÓN: ¿TOP-DOWN O BOTTOM-UP?
Rosa Molina, psiquiatra y actual presidenta de la Sección de Neurociencia Clínica de la AEN nos invitará a reflexionar acerca de la evaluación de casos desde una óptica neurocientífica aplicada. Nos presentará las dos perspectivas fundamentales a través de las cuales se ha intentado evaluar el complejo objeto de estudio de la enfermedad mental. Por un lado el estudio ¨bottom-up¨, más neuroevolutivo, asociado a lo riguroso y a lo empírico pero, asimismo, a lo reduccionista y alejado de la subjetividad del ser humano. El prisma ¨top down¨, por otro lado, que pretende captar lo social y lo subjetivo, considerado más holista y racionalista pero también más abstracto, ambiguo y carente de rigor. Pero, ¿acaso puede utilizarse un abordaje exclusivo de cualquiera de estos dos modelos? En esta presentación se tratará de dar una visión crítica de ambas perspectivas a través del estudio de casos de la práctica clinica. 

DISECCIÓN DE UN CASO CLÍNICO DESDE LO MULTIMODAL
En la segunda parte Norberto Malpica, ingeniero de telecomunicaciones, y Helena Melero, Neuropsicóloga e investigadora en neurociencias, nos hablarán en profundidad de las técnicas de neuroimagen. Repasarán las distintas medidas estructurales y funcionales con los que contamos en la actualidad y veremos cómo se seleccionan los parámetros adecuados para cada caso, así como la forma en que pueden interpretarse y emplearse en la práctica clínica con nuestros pacientes.

lunes, 14 de noviembre de 2016

Sobre la sinestesia

Si la creatividad tenía que ver en parte con la capacidad para producir soluciones novedosas o puntos de vista alternativos frente a los desafíos del entorno, este mes de noviembre la investigadora Helena Melero nos invitó a conocer una de las formas más inesperadas y estimulantes de creatividad: la sinestesia.

Helena Melero Carrasco
synlabmadrid[at]gmail.com
La sinestesia sería aquella variante no patológica de la percepción humana por la cual un estímulo sensorial o cognitivo (inductor) da pie a la aparición de un percepto sensorial o cognitivo adicional (concurrente)”.

Un ejemplo basado en la propia experiencia de Helena (quien hace años descubrió que era sinestésica) sería que, al leer la letra A, automáticamente la visualiza de color rojo.
No se trata de que “se entremezclen” los sentidos, sino que una cualidad se añade a la que esperaría recibir la mayor parte de las personas.

Este fenómeno no sería algo completamente ajeno a la experiencia de cualquiera. De hecho, existen para todos nosotros lo que se denominan relaciones intermodales universales, sutiles correspondencias entre modalidades sensoriales que revelan un “cableado” cerebral común. Estas relaciones intermodales se manifestarían, por ejemplo, a través de correspondencias lingüísticas (un color chillón) o en fenómenos como el conocido como efecto Bouba y Kiki (Nielsen & Rendall, 2013).

Al hablar de sinestesias congénitas nos estaríamos refiriendo a asociaciones que comparten las siguientes características (Cytownic & Eagleman, 2009):

· El inductor es un percepto simple
· El concurrente se percibe de forma automática e involuntaria
· La experencia tiene un componente emocional intrínseco
· La asociación sinestésica es estable e idiosincrásica

Esto nos permitiría diferenciar la sinestesia congénita de fenómenos de aprendizaje asociativo o de sinestesias adquiridas por medio de lesiones neurológicas (talámicas) o estados alterados de conciencia (intoxicaciones con LSD, entre otras).

Con todo y con esto, cada día se va sabiendo más acerca de la sinestesia, hasta el punto de que hoy se conocen más de 80 variedades, un número que no para de crecer.

Obra de la artista Melissa S. McCracken,
artista sinestésica quien en su web personal afirma: "I paint music".
En cuanto a la prevalencia, como suele ocurrir, al disponer de una definición operativa y pasar a convertirse en foco de interés, progresivamente va aumentando la cantidad de personas que afirman poseer algún grado de sinestesia. En el momento actual se estima que la frecuencia podría oscilar dentro de una horquilla de entre el 1-4% al 23% de la población general, presentándose en proporción similar entre hombres y mujeres.

De entre los sinestésicos, el 90 % serían del tipo asociador, percibiendo las sinestesias como representación interna, pero un 10% (los denominados proyectores) experimentarían la percepción sinestésica fuera del campo mental, es decir, percibirían el estímulo “como si” tuviera presencia en el mundo externo, lo cual arroja interesantes vínculos hacia la fenomenología alucinatoria.

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Tras la introducción fenomenológica Helena pasó a abundar en la evidencia empírica acumulada en torno al fenómeno sinestésico. Nos habló de las diferentes baterías de pruebas diseñadas para medir el fenómeno (Eagleman et al, 2007), o las ingeniosas variantes de la prueba de Stroop aplicadas a su estudio.

Un recorrido por los diferentes modelos explicativos nos brindó algunas certezas en torno a la sinestesia, pero también nos enfrentó a uno de los puntos principales de controversia: parece que hay agregación familiar, y por tanto un componente genético, pero ¿se manifiesta éste en una cuestión estructural o más bien funcional?

Ramachandran y su equipo propusieron que existía una activación cruzada por proximidad de las áreas cerebrales encargadas de procesar los grafemas, por un lado, y la categorización del color por otro. El modelo de retroalimentación desinhibida propondría la intervención de una tercera área funcional que mediaría en la aparición de dicha asociación. El modelo de hyperbinding señalaría a la región del surco intraparietal como clave en la asociación entre perceptos.

A medida que se han ido obteniendo resultados en estudios de neuroimagen estructural y funcional dichos modelos se han podido ir contrastando y refinando. Eso ha llevado a que, a día de hoy, se reconozca que existen diferencias significativas en ambos sentidos (morfológico y funcional) entre individuos neurotípicos y personas sinestésicas.

Además, los esfuerzos investigadores dirigidos a buscar una base neurobiológica común a las sinestesias de diferentes modalidades sensoriales, poco a poco van desvelando los vínculos con la función atencional, la integración multimodal y los componentes emocionales de la percepción (Emotional Binding Theory, Melero et Al, 2013 y Melero et Al, 2014)

Antes de dar paso al debate Helena nos ha avanzado algunas de las preguntas que actualmente dirigen los esfuerzos investigadores en este campo: ¿cuál es el papel del ambiente en el desarrollo de asociaciones específicas?, ¿somos todos sinestésicos al nacer?, ¿puede entrenarse la sinestesia?

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Otras cuestiones de interés que hemos abordado han querido desafiar la definición de sinestesia. Si entendemos la sinestesia como la expresión más acentuada de un fenómeno universal y continuo (una dimensión) como serían las relaciones intermodales, ¿no podrían existir casos de intensidad tal que supusieran una distorsión de la capacidad atencional o se vivieran como una patología bien desde el punto de vista del individuo, bien desde el entorno?

La cuestión del etiquetado social se ha desvelado, de nuevo, la piedra de toque a la hora de definir patológico o normal. Muchas veces el énfasis en la no patología tiene que ver con la necesidad de realizar pedagogía compensatoria ante la tendencia a la simplificación en los medios o en la cultura popular, que tiende a asociar infrecuente con patológico y común con sano. Esto nos mete de lleno en el creciente debate sobre la neurodiversidad y la necesidad de no estigmatizar lo infrecuente.

A medida que el fenómenos de la sinestesia se va conociendo y
divulgando en diferentes medios, se retroalimentan las
representaciones de algo difícilmente comprensible desde la empatía.
Por ejemplo, esta ilustración, con todo y siendo enormemente sugerente,
¿inquieta o aproxima?. ¿estigmatiza o normaliza?
Por otro lado nos hemos preguntado acerca de la presencia, en los estudios mencionados, de posibles variables psicológicas individuales que pudieran estar introduciendo sesgos o actuando a modo de factores de de confusión.

Hemos reflexionado también acerca de los sorprendentes paralelismos entre algunas de las experiencias descritas por los sinestésicos y el mundo de la fenomenología psicótica, especialmente en cuanto a las clásicas percepciones sin objeto o alucinaciones.

Y desde un punto de vista evolucionista nos hemos preguntado si la frecuencia de las asociaciones sinestésicas en determinadas modalidades sensoriales tendrá que ver con el peso relativo que dichas modalidades han tenido en la historia evolutiva de nuestra especie, teniendo en cuenta que la aparición del lenguaje verbal y musical se trata de un fenómeno reciente.

Enormemente estimulados por la reunión hemos sido invitados, al igual que nuestros lectores, a comprobar si somos o no sinestésicos, así como a hacer una inmersión en los diferentes foros y asociaciones de personas sinestésicas, por lo enriquecedor de muchas de sus descripciones en primera persona.



Si crees que puedes ser sinestéstic@, no dudes en contactar con synlabmadrid [at] gmail.com



viernes, 11 de noviembre de 2016

Próxima reunión: SINESTESIA


Ilustr. vía http://mentalfloss.com/
¿Qué es la sinestesia?
¿Cómo podemos estudiarla desde una perspectiva neurocientífica? ¿Eres sinestésico? 

En esta charla Helena Melero (Psicóloga, investigadora de la Universidad Rey Juan Carlos) nos invita a reflexionar sobre nuestra forma de percibir los objetos, la música, los olores o las palabras y nos contará cómo las modernas técnicas de neuroimagen nos han ayudado a descubrir los secretos del cerebro sinestésico.


¿Dónde? --- Sede de la AEN: Calle Magallanes Nº1, Sótano 2, local 4.
¿Cuándo? --- jueves 24 de noviembre, a las 16h.

martes, 21 de junio de 2016

Subcortical connectome and neurodegenerative diseases

   El pasado mes de Junio el Grupo de Investigación en Neurociencia Clínica de Madrid invitó al profesor Jeffrey Looi para que nos hablase de uno de sus actuales focos de interés: la identificación de marcadores de neuroimagen que permitan detectar procesos neurodegenerativos.

   Por el interés de su charla compartimos aquí un breve resumen de lo expuesto, en inglés tal y como tuvo lugar la presentación.


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    Jeffrey C. L. Looi, professor and psychiatrist at the Department of Psychiatry and Addiction Medicine, Australian National University, visited the group of Madrid of the Clinical Neuroscience Section of AEN (SNCC) last June to “immerse” us into the concept of the subcortical connectome (see Looi et al., 2014).

Professor Jeffrey C.L Looi

      jeffrey.looi@anu.edu.au
   Professor Jeffrey C.L Looi leads an international and innovative clinical research network for neuroimaging research, the Australasian, US, Scandinavian Spanish Imaging Exchange (AUSSIE) network, focused upon indentifying neuroimaging biomarkers for neuropsychiatric and neurodegenerative disease. AUSSIE is an active network similar to a connectome that to date has produced significant research, advancing the understanding of neuropsychiatric disease. It is focused around indentifying gaps in the literature, specifically with relation to subcortical brain structures, in order to understand the structure-function-symptom relationships, for the development of future biomarkers of disease, that might be used as surrogate outcomes in intervention and treatment trials.


   From his previous experience in neuroimaging, profesor Looi drove us through the underpinnings of endophenotypes and the study of deep and highly interconnected hubs of the brain such as the striatum, corpus callosum and others. 


   His team parts from the idea that neurodegenerative diseases of ageing, such as Alzheimer disease (AD), neurocognitive disorders/dementias, movement disorders and cerebrovascular disease, have widespread impact on the neuropsychiatric domains of cognition, emotion, behaviour and movement. There is much interest in understanding the neurobiology of these diseases and, accordingly, the neural circuit basis of the neuropsychiatric dysfunction that characterises them. Unveiling these functioning of brain circuits involved, would allow modify therapeutic interventions based on the understanding of the in vivo neurobiology of these diseases.


Ilustr. vía http://blogs.discovermagazine.com/
   A conceptualization of an intermediate phenotype, or ‘endophenotype’, is useful to help understand the pathophysiological basis of manifestations of neurodegenerative disease. Moreover a common neural circuit basis and spatio-temporal course of disruption might be shared accross diferent neuropsychiatric disorders. This is characteristic of the frontostriatal circuits in frontotemporal lobar degeneration (FTLD) (Looi et al., 2012), and more broadly the cortico-striatal-thalamic circuits, including the striatum, a crucial hub in such circuits (Looi and Walterfang, 2012).


   Looi´s team try to quantify with neuroimaging techniques, neuroanatomical change in psychiatric and degenerative disease, towards establishing endophenotypes. Measuring neuroanatomical changes may be quantitatively mapped, specifically with respect to subcortical structures. The topography of such maps corresponds to the contours of the circuits affected by disease, and accordingly relates to them. Thus, he proposes a vision to investigate the subcortical connectome. Maybe in a near future this knowledge might be extrapolated to other neuropsychoatric disorders.

For more information please read the documents attached,


Rosa Molina

martes, 24 de mayo de 2016

¿Cómo estudiamos el cerebro a través de la Neuroimagen?



D. Norberto Malpica, Doctor en Ingeniería de Telecomunicación, experto en tecnologías de imagen médica. Universidad Rey Juan Carlos.

El estudio y comprensión de la función del cerebro ha sido siempre un reto apasionante. Hasta comienzos del siglo XX las aproximaciones macroscópicas y microscópicas, destacaron con las contribuciones de Santiago Ramón y Cajal o Camilo Golgi, así como el método lesional, que permitía el estudio de disfunciones o alteraciones cerebrales y sus manifestaciones clínicas acompañantes (ej. caso paradigmático de HM de cirugía de la epilepsia o el caso de Phineas Gage). En las últimas décadas la posibilidad de estudiar la estructura y función cerebral in vivo, es una realidad.

Las técnicas de adquisición de señal e imagen del cerebro han experimentado un importante desarrollo, convirtiéndose en herramientas imprescindibles para el diagnóstico y la investigación en neurociencias. En esta reunión Norberto Malpica nos condujo por las amplias posibilidades de la tecnología de Resonancia Magnética, que permite obtener información estructural, funcional y de perfusión cerebral con un mismo escáner, desde la potenciación en T1 (relajación longitudinal) y T2 (relajación transversal), a técnicas de tractografía con Tensor de Difusión o Difussion Tensor Imaging (DTI) y técnicas de resonancia magnética funcional (RMNf), que permiten el análisis de la conectividad funcional cerebral. Nos habló asímismo del Electroencefalograma (EEG), que permite obtener información muy rápida y de forma sencilla de las señales eléctricas del cerebro.

En este elenco interminable de técnicas y posibilidades nos hizo fantasear con la combinación de lo estructural con lo funcional (ej. RMNf y tractografía), o con las novedosas técnicas Arterial Spin Labelling (que no requiere contraste pues utiliza contraste endógeno) y “resting state” en RMNf (en estado de reposo y sin imponer ninguna tarea específica al sujeto).

Este campo abre un abanico de posibilidades especialmente para los trastornos mentales que tradicionalmente se han considerado como carentes de base cerebral estructural. A pesar de las limitaciones, este método ha dado lugar a la mayor parte del conocimiento sobre los procesos cognitivos y su relación con el funcionamiento cerebral. El análisis de los efectos del daño cerebral en la cognición ayuda a comprender estas relaciones anatómicas y funcionales, observando las múltiples formas en las que puede desintegrarse la cognición. De esta manera se ha podido empezar a entender cómo se dividen las funciones mentales en operaciones cognitivas específicas y su correlación con redes cerebrales, aunque todavía estamos lejos de poder comprender lo complejo de "la conciencia" del ser humano.

La actual disposición de múltiples tecnologías de neuroimagen se sigue mostrando muy prometedora en el campo de las neurociencias y sigue avanzando a pasos agigantados.