Un año más el GINC-S (Grupo de Investigación en Neurociencia Clínica de Segovia) anuncia su Seminario de Neurociencia Clínica, que tendrá lugar el viernes 24 de febrero en el Salón de Actos del Complejo Asistencial de Segovia.
El tema de este año será el Lenguaje y sus múltiples intersecciones con la experiencia humana, tanto como elemento simbólico que constituye al sujeto, como testigo de los desmoronamientos que preceden a la intervención clínica, así como matriz en la que sanar o enfermar sin que podamos nunca desprendernos de su dominio.
Pinchando en la imagen podréis acceder al programa completo:
Los seminarios son ya reconocidos por su enorme calidad científica, demostrada año tras año, así como por su espíritu abierto e integrador.
Las inscripciones son gratuitas hasta completar aforo, y deben realizarse a través de la siguiente dirección de correo: ginc@gincsegovia.com
¡Nos vemos en Segovia!
Un puente de conocimiento entre la práctica clínica y los avances en neurociencia.
domingo, 15 de enero de 2017
sábado, 14 de enero de 2017
Próxima reunión: Neuropatología conexionista
Allá por el año 1952,
o hace apenas unas décadas, se aceptaba la inexistencia de una neuropatología
en la esquizofrenia, arraigando la idea de que la esquizofrenia constituía “el
cementerio de los neuropatólogos”. Así la colaboración entre bancos de cerebros
y grupos de investigación clínica hasta la fecha, se han referido
principalmente a enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer, Parkinson, etc),
siendo muy escasos los bancos de cerebros que investigan en salud mental.
Sin embargo con el
avance del método científico, nuevas tecnologías y prometedoras evidencias neuropatológicas
relacionadas con alteraciones del neurodesarrollo de la corteza cerebral
asociativa, han surgido nuevas pistas para el estudio en enfermedades como la
esquizofrenia: alteraciones morfológicas en los oligodendrocitos y astrocitos,
disminución de la asimetría interhemisférica de las minicolumnas corticales o
alteraciones en las espinas dendríticas en múltiples regiones cerebrales, podrían estar implicadas en la “conectopatía” de la esquizofrenia .
¡Os esperamos!
viernes, 2 de diciembre de 2016
Próxima reunión: Trastornos del sueño
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Ilustr. Peanuts, by Charles Schultz. |
¿Dónde? --- Sede de la AEN: Calle Magallanes Nº1, Sótano 2, local 4.
¿Cuándo? --- jueves 22 de Diciembre, a las 16h.
lunes, 14 de noviembre de 2016
Sobre la sinestesia
Si la creatividad tenía que ver en
parte con la capacidad para producir soluciones novedosas o puntos de
vista alternativos frente a los desafíos del entorno, este mes de
noviembre la investigadora Helena Melero nos invitó a conocer una de las
formas más inesperadas y estimulantes de creatividad: la
sinestesia.
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Helena Melero Carrasco synlabmadrid[at]gmail.com |
La sinestesia sería aquella “variante
no patológica de la percepción humana por la cual un estímulo
sensorial o cognitivo (inductor) da pie a la aparición de un
percepto sensorial o cognitivo adicional (concurrente)”.
Un ejemplo basado en la propia
experiencia de Helena (quien hace años descubrió que era sinestésica) sería que, al leer la letra A, automáticamente la
visualiza de color rojo.
No se trata de que “se entremezclen”
los sentidos, sino que una cualidad se añade a la que
esperaría recibir la mayor parte de las personas.
Este fenómeno no sería algo
completamente ajeno a la experiencia de cualquiera. De hecho,
existen para todos nosotros lo que se denominan relaciones
intermodales universales, sutiles correspondencias entre
modalidades sensoriales que revelan un “cableado” cerebral común.
Estas relaciones intermodales se manifestarían, por ejemplo, a
través de correspondencias lingüísticas (un color chillón)
o en fenómenos como el conocido como efecto Bouba y Kiki (Nielsen & Rendall, 2013).
Al hablar de sinestesias congénitas nos estaríamos refiriendo a asociaciones que comparten las siguientes características (Cytownic & Eagleman, 2009):
· El inductor es un
percepto simple
· El concurrente se percibe de forma automática e involuntaria
· La experencia tiene un componente emocional intrínseco
· La asociación sinestésica es estable e idiosincrásica
Esto nos permitiría diferenciar la sinestesia congénita de fenómenos de aprendizaje
asociativo o de sinestesias adquiridas por medio de lesiones
neurológicas (talámicas) o estados alterados de conciencia
(intoxicaciones con LSD, entre otras).
Con todo y con esto, cada día se va
sabiendo más acerca de la sinestesia, hasta el punto de que hoy se
conocen más de 80 variedades, un número que no para de crecer.
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Obra de la artista Melissa S. McCracken, artista sinestésica quien en su web personal afirma: "I paint music". |
En cuanto a la prevalencia, como
suele ocurrir, al disponer de una definición operativa y pasar a
convertirse en foco de interés, progresivamente va aumentando la
cantidad de personas que afirman poseer algún grado de sinestesia.
En el momento actual se estima que la frecuencia podría oscilar
dentro de una horquilla de entre el 1-4% al 23% de la población
general, presentándose en
proporción similar entre hombres y mujeres.
De entre los
sinestésicos, el 90 % serían del tipo asociador, percibiendo
las sinestesias como representación interna, pero un
10% (los denominados proyectores) experimentarían la percepción
sinestésica fuera del campo mental, es decir, percibirían el
estímulo “como si” tuviera presencia en el mundo externo, lo
cual arroja interesantes vínculos hacia la fenomenología
alucinatoria.
···························
Tras la introducción fenomenológica
Helena pasó a abundar en la evidencia empírica acumulada en
torno al fenómeno sinestésico. Nos habló de las diferentes
baterías de pruebas diseñadas para medir el fenómeno (Eagleman et
al, 2007), o las ingeniosas variantes de la prueba de Stroop
aplicadas a su estudio.
Un recorrido por los diferentes
modelos explicativos nos brindó algunas certezas en torno a la
sinestesia, pero también nos enfrentó a uno de los puntos
principales de controversia: parece que hay agregación familiar, y
por tanto un componente genético, pero ¿se manifiesta éste en una
cuestión estructural o más bien funcional?
Ramachandran
y su equipo propusieron que existía una activación cruzada
por proximidad de las áreas cerebrales encargadas de procesar los
grafemas, por un lado, y la categorización del color por otro. El
modelo de retroalimentación desinhibida propondría la
intervención de una tercera área funcional que mediaría en la aparición de
dicha asociación. El modelo de hyperbinding señalaría
a la región del surco intraparietal como clave en la
asociación entre perceptos.
A medida que se han ido obteniendo
resultados en estudios de neuroimagen estructural y funcional dichos
modelos se han podido ir contrastando y refinando. Eso ha llevado a
que, a día de hoy, se reconozca que existen diferencias
significativas en ambos sentidos (morfológico y funcional) entre
individuos neurotípicos y personas sinestésicas.
Además, los esfuerzos investigadores dirigidos a buscar una base
neurobiológica común a las sinestesias de diferentes
modalidades sensoriales, poco a poco van desvelando los vínculos
con la función atencional, la integración multimodal y los
componentes emocionales de la percepción (Emotional Binding
Theory, Melero et Al, 2013 y Melero et Al, 2014)
Antes de dar paso al debate Helena nos
ha avanzado algunas de las preguntas que actualmente dirigen los
esfuerzos investigadores en este campo: ¿cuál es el papel del
ambiente en el desarrollo de asociaciones específicas?, ¿somos
todos sinestésicos al nacer?, ¿puede entrenarse la sinestesia?
···························
Otras cuestiones de interés que hemos
abordado han querido desafiar la definición de sinestesia. Si
entendemos la sinestesia como la expresión más acentuada de un
fenómeno universal y continuo (una dimensión) como serían las
relaciones intermodales, ¿no podrían existir casos de intensidad
tal que supusieran una distorsión de la capacidad atencional o se
vivieran como una patología bien desde el punto de vista del
individuo, bien desde el entorno?
La cuestión del etiquetado social
se ha desvelado, de nuevo, la piedra de toque a la hora de definir
patológico o normal. Muchas veces el énfasis en la no patología
tiene que ver con la necesidad de realizar pedagogía compensatoria
ante la tendencia a la simplificación en los medios o en la cultura
popular, que tiende a asociar infrecuente con patológico y común
con sano. Esto nos mete de lleno en el creciente debate sobre la
neurodiversidad y la necesidad
de no estigmatizar lo infrecuente.
Por otro lado nos hemos preguntado
acerca de la presencia, en los estudios mencionados, de posibles
variables psicológicas individuales que pudieran estar
introduciendo sesgos o actuando a modo de factores de de confusión.
Hemos reflexionado también acerca de
los sorprendentes paralelismos entre algunas de las
experiencias descritas por los sinestésicos y el mundo de la
fenomenología psicótica, especialmente en cuanto a las
clásicas percepciones sin objeto o alucinaciones.
Y desde un punto de vista
evolucionista nos hemos preguntado si la frecuencia de las
asociaciones sinestésicas en determinadas modalidades sensoriales
tendrá que ver con el peso relativo que dichas modalidades han
tenido en la historia evolutiva de nuestra especie, teniendo en
cuenta que la aparición del lenguaje verbal y musical se trata de un
fenómeno reciente.
Enormemente estimulados por la reunión
hemos sido invitados, al igual que nuestros lectores, a comprobar si
somos o no sinestésicos, así como a hacer una inmersión en los
diferentes foros y asociaciones de personas sinestésicas, por lo enriquecedor de
muchas de sus descripciones en primera persona.
Si crees que puedes ser sinestéstic@, no dudes en contactar con synlabmadrid [at] gmail.com
viernes, 11 de noviembre de 2016
Próxima reunión: SINESTESIA
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Ilustr. vía http://mentalfloss.com/ |
En esta charla Helena Melero (Psicóloga, investigadora de la Universidad Rey Juan Carlos) nos invita a reflexionar sobre nuestra forma de percibir los objetos, la música, los olores o las palabras y nos contará cómo las modernas técnicas de neuroimagen nos han ayudado a descubrir los secretos del cerebro sinestésico.
¿Dónde? --- Sede de la AEN: Calle Magallanes Nº1, Sótano 2, local 4.
¿Cuándo? --- jueves 24 de noviembre, a las 16h.
martes, 25 de octubre de 2016
Sobre la creatividad (II)
El mes de octubre lo dedicamos a profundizar en lo que pueden aportar las neurociencias al estudio de la creatividad.
Guiaron la discusión los psiquiatras y psicoterapeutas J. Camilo Vázquez y Olga Bautista, planteando en primer lugar el análisis de una de las definiciones operativas de creatividad (De Souza et al, 2014): la capacidad de generar productos mentales novedosos y útiles.
Esta capacidad sería congruente con el alto índice de encefalización que caracteriza a la especie humana, el cual se ha relacionado con la capacidad para adaptarse de forma versátil a condiciones ambientales múltiples y cambiantes.
El ambiente en el que aplicar dichos productos mentales sería de especial importancia para la definición pues, como veremos, la novedad aludiría a la frecuencia con la que dicho producto ha aparecido, pero la utilidad es altamente dependiente del contexto. En el caso humano dicho contexto se encuentra altamente mediatizado por la cultura, introduciendo nuevas interpretaciones de la creatividad y condicionándola como un valor en sí mismo.
Hemos discutido de nuevo qué es la
creatividad, reinventando la idea que teníamos de la misma, a la vez que nos
enriquecíamos de las ideas de los demás, ¿cómo llegar a ella? ¿se trata de un producto
mental? ¿qué la favorece? ¿qué la define? ¿qué no es creatividad? ¿es la
utilidad de la idea creativa una condición sine qua non? ¿es siempre positiva,
adaptativa? En este debate se planteaba si una persona con psicopatología puede
ser creativa en la manera de activar una respuesta de su entorno con el
objetivo (inconsciente) de ser ayudada, sin embargo ¿es eso creativo? ¿debe ser
consciente e intencionada la creatividad? ¿que sustento biológico tiene?
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Helicóptero- tornillo aéreo- diseñado por Leonardo da Vinci |
A lo largo de la historia siempre se ha indagado acerca del misterioso origen de las ideas, especialmente las consideradas más valiosas o novedosas (hoy diríamos disruptivas). Para buscar más información acerca de este origen, se han seguido diferentes caminos:
- La investigación intuitiva tendría que ver con la investigación generada por artistas, escritores, filósofos... que podían atribuir su inspiración a su musa o cualquier elemento externo que favoreciera esos momentos que hemos dado en llamar "momentos Eureka". Son las ideas surgidas de la mente de un genio en el Romanticismo.
- La investigación científica pretende demostrar la secuencia de hechos que nos lleva a generar ideas genuinas. En el campo de la Psicología se han estudiado los rasgos de la personalidad o las series de casos, en el campo de la neuroimagen funcional se pretenden relacionar funcionamientos de circuitos neurales con la generación de diferentes soluciones a un problema.
Se han utilizado diferentes modelos de estudio tanto en personas a priori sanas como en procesos patológicos:
- Lesiones neurológicas: el caso de Phineas Gage nos ilustra de como una lesión concreta de una región cerebral puede darnos mayor conocimiento acerca de la función de este área.
- Las alteraciones mentales de tipo psicótico (de las que Joyce podría ser un ejemplo) o de tipo neurótico (de las que Kafka hace gala en algunas de sus novelas).
- Los estados alterados de conciencia generados por sustancias psicodélicas (THC, OH, LSD...) o fármacos- los más conocidos son los prodopaminérgicos (bupropion, selegilina, bromocriptina, metilfenidato...)- han generado nueva información que permite entender mejor este proceso mental que hemos dado en llamar la creatividad.
- Nos hemos preguntado por las pruebas psicométricas que miden la creatividad, ¿que valoran estas pruebas?
Camilo y Olga nos ha ido guiando por diferentes áreas cerebrales, circuitos neurales y redes que se activan o inhiben para generar hipótesis de qué puede ocurrir en nuestro cráneo a la hora de tener una idea que podríamos clasificar como creativa. Tornando la discusión hacia una base más neurolobiológica hemos tratado de entender que papel tiene la lateralización hemisférica, hemos hablado del cerebro escindido y de la integración interhemisférica. En todo este maremagnum de células, de potenciales de acción, de consumo de glucosa diferencial en un determinado área cerebral o de datos recogidos en la magnetoencefalografía; hemos acabado convergiendo en el papel central de la corteza cerebral prefrontal. A este nivel parece claro que se condensan las elaboraciones previas de las estaciones de integración multimodal para concretarse en nuestras funciones ejecutivas o en una desinhibición, dando como resultado la acción/ inhibición de una acción (medida efectiva).
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Craneo de Phineas Gage al morir |
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corteza cerebral frontal |
Hemos recordado conceptos útiles para entender como la alternancia entre la red neural por defecto y la red de control ejecutivo permiten llegar a soluciones creativas, siendo lo fundamental esta alternancia, no tanto la predominancia de una red sobre la otra. Olga y Camilo no han querido dejar en el olvido la parte crítica del concepto creatividad y las consecuencias que puede acarrear, así hemos intentado realizar un análisis del concepto inserto en su contexto. En una cultura con discursos en conflicto constante, donde la creatividad se valora como positiva en el discurso dominante, sin embargo ¿y si la idea creativa no me sirve, me hace perder tiempo o una oportunidad? ¿No será esto que llamamos creatividad la parte de acierto de un proceso de ensayo/error? Tendemos a asociar la creatividad a progreso, tecnología, riqueza...pero, ¿no es igualmente sinónimo de inestabilidad, inadaptación, estigma...? Vivimos en un capitalismo de ficción en el que solo se valora el producir ideas creativas sin importar para qué, a veces podemos caer en un crear por crear, creyendo que creamos cuando lo que hacemos es generar contenidos vacios, insignificantes, erróneos o problemáticos. Nos hubiera gustado ahondar más en la creatividad del individuo frente a la homogenicidad del grupo y en cómo, de manera aparentemente contradictoria, los grupos pueden llegar a soluciones creativas que el individuo no alcanza a representarse mentalmente. Y hemos acabado encantados, no sin cierta zozobra por la complejidad de la tarea, de poder mantener, cuidar y re-crear contextos creativos como el que consideramos que hemos tenido esta tarde de octubre y con el que esperamos estimular el crecimiento del grupo para generar mayor conocimiento.
Os dejamos algunos apuntes bibliográficos y un vídeo sobre lo aquí hablado, esperamos que os puedan servir de inspiración:
- En este artículo se disecciona el papel del lóbulo frontal en la mente creativa.
- En este otro artículo se pone el foco en las bases biológicas y neurológicas de la creatividad y el arte.
- En esta aportación se analiza la relación entre trastorno bipolar y creatividad.
domingo, 16 de octubre de 2016
Sobre la creatividad (I)
Dedicamos el mes de septiembre a la creatividad.
Helena Trebbau, psiquiatra y psicoterapeuta, nos hizo llegar un texto del psicoanalista Donald Winnicott a propósito de su concepto de creatividad y su papel en la vida de las personas. Este texto ha servido como punto de inicio para preguntarnos ¿cómo casan el psicoanálisis relacional y las neurociencias? Un breve pero interesantísimo repaso histórico y biográfico nos ha llevado, desde la individualidad del modelo intrapsíquico freudiano hasta la eclosión de la vertiente más abierta al papel de los otros.
Para Winnicott no hay desarrollo mental sin la presencia del otro, y en ese sentido la díada materno-filial va a ser de especial importancia. Es a través de las experiencias relacionales tempranas con esta figura materna que se creará el vínculo, así como los modelos de conductas de apego que seguirán resonando a lo largo del resto de la vida. Si la calidad de las relaciones tempranas es lo suficientemente buena, el individuo podrá adquirir una seguridad basal que le permitirá acceder al mundo de la fantasía, la imaginación y los juegos, pero con la capacidad de retornar cuando sea necesario, amoldándose al principio de realidad.
La creatividad, según Winnicott, sería "el hacer que surge del ser". Es decir, una forma de actuar que permite desarrollar la potencialidad del individuo, dotándole de una cierta libertad y confiriéndole la particular sensación de "estar verdaderamente vivo". No hacerlo también nos permite vivir, pero de una manera más refleja, zarandeados por las circunstancias o los obstáculos.
Han ido surgiendo diferentes conceptos a medida que profundizábamos en el texto: el apego, la teoría de la mente y, cómo no, ¡nuestras queridas neuronas espejo!... De alguna manera, las intuiciones y desarrollos teóricos del psicoanálisis relacional habrían encontrado un importante asidero en el descubrimiento de Rizolatti. Por primera vez había una demostración fehaciente de que existen mecanismos destinados a la sincronización entre individuos. Si esta sincronización podía darse a nivel motor, parecería lógico pensar que algo similar ocurriría a nivel emocional, dando pie a nuestra capacidad de sentir con los demás (simpatía), comprender sus emociones (empatía) o teorizar acerca de lo que tienen en mente (teoría de la mente).

Hemos concluido que la definición de Winnicott de la creatividad tiende un puente capital hacia las neurociencias: es la base segura construida a través de un "vínculo suficientemente bueno" lo que permite desarrollar esta potencialidad "que hace que valga la pena que la vida sea vivida". Ahora bien, su concepción puede pecar de difusa, y es hija sin duda de las teorizaciones en torno al eros/thanatos o pulsiones de vida y muerte, una de las cuales Winnicott rechazaba. No es un dato menor el que la madre del propio Winnicott hubiera padecido frecuentes episodios depresivos, de los que su hijo trató de rescartarla sin éxito siendo niño. Ser testigo de esa "muerte en vida" sin duda influiría en la fuerza con la que 2 años antes de fallecer él, Winnicott sentenciara que la creatividad era la respuesta, lo opuesto, o lo que podía echarse en falta más que cualquier pulsión de muerte.
Hemos planteado que el concepto de creatividad actual está generalmente relacionado con mecanismos cognitivos, bien orientados a la resolución de problemas (pensamiento lateral o divergente), bien con el desempeño artístico (la búsqueda de la inspiración, de la creación original).
Cuando ya nos quedaba poco tiempo hemos reflexionado sobre las influencias sociales sobre lo que denominamos creatividad. ¿Puede permitirse la creatividad quien bastante tiene con sobrevivir en el día a día? La palabra creatividad (con sus connotaciones actualmente positivas) ¿hace siempre justicia a lo que contiene o podemos ser creativos de forma dolorosa y autodestructiva?
Otras preguntas quedaron en el tintero:
¿Somos creativos tan solo los humanos o pueden serlo también los demás animales?
¿Qué relación hay entre creatividad y la vivencia de la temporalidad?
¿Es posible que el valor creatividad se ensalce como parte de la actual fase de capitalismo de ficción, en que más que productos debemos producir y consumir ideas y servicios inmateriales?
Esperamos vuestras reflexiones y comentarios.
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Dra. Helena Trebbau |
Para Winnicott no hay desarrollo mental sin la presencia del otro, y en ese sentido la díada materno-filial va a ser de especial importancia. Es a través de las experiencias relacionales tempranas con esta figura materna que se creará el vínculo, así como los modelos de conductas de apego que seguirán resonando a lo largo del resto de la vida. Si la calidad de las relaciones tempranas es lo suficientemente buena, el individuo podrá adquirir una seguridad basal que le permitirá acceder al mundo de la fantasía, la imaginación y los juegos, pero con la capacidad de retornar cuando sea necesario, amoldándose al principio de realidad.
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Fuente: http://www.azquotes.com/ |

Hemos concluido que la definición de Winnicott de la creatividad tiende un puente capital hacia las neurociencias: es la base segura construida a través de un "vínculo suficientemente bueno" lo que permite desarrollar esta potencialidad "que hace que valga la pena que la vida sea vivida". Ahora bien, su concepción puede pecar de difusa, y es hija sin duda de las teorizaciones en torno al eros/thanatos o pulsiones de vida y muerte, una de las cuales Winnicott rechazaba. No es un dato menor el que la madre del propio Winnicott hubiera padecido frecuentes episodios depresivos, de los que su hijo trató de rescartarla sin éxito siendo niño. Ser testigo de esa "muerte en vida" sin duda influiría en la fuerza con la que 2 años antes de fallecer él, Winnicott sentenciara que la creatividad era la respuesta, lo opuesto, o lo que podía echarse en falta más que cualquier pulsión de muerte.
Los buscadores tradicionales de la creatividad habrían sido, desde siempre, los artistas. En sus pesquisas nos habrían dejado un gran reguero de anécdotas personales, manías incorregibles, lemas y supersticiones. Posteriormente la psicología ha querido encontrar las fuentes de la creatividad diferenciando cómo piensan los niños y cómo lo hacen los adultos. Qué papel tiene la enfermedad mental. La eterna pregunta de si hay relación positiva entre genio y locura. La neurociencia hoy nos brinda modelos que tratan de desentrañar el papel de la red neural por defecto, por qué determinados elementos de "ruido mental" pueden llegar a actuar como facilitadores (un leve ruido continuo, música, ducharse, caminar...) Cómo se integra lo que vamos conociendo de las diferentes funciones mentales en lo que llamamos creatividad.
Otras preguntas quedaron en el tintero:
¿Somos creativos tan solo los humanos o pueden serlo también los demás animales?
¿Qué relación hay entre creatividad y la vivencia de la temporalidad?
¿Es posible que el valor creatividad se ensalce como parte de la actual fase de capitalismo de ficción, en que más que productos debemos producir y consumir ideas y servicios inmateriales?
Esperamos vuestras reflexiones y comentarios.
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